viernes, 11 de diciembre de 2015

Ser Madre


¿Qué es ser madre?

Me asomó por otros blogs en mis tiempos de involucrarme en el tema de la maternidad, tratando de entender que otras maneras de ser madre puedo encontrar si es que mis ovarios no logran estimularse.

Comienzo por Promediando el círculo quién ha comentado con ternura para mi cumple, tentada de leerla otra vez porque sabía de su historia por mi incondicional hermana-amiga Amapola. De repente me quedo perpleja leyendo su post del día de la madre y su desilusión de que no la saluden. Aún sin ser madre entiendo una mínima pequeña porción de su dolor, la parte de que el no tener el bebé o el hijo desacredite serlo. Ella tuvo a su hijita, es madre, no hay dudas de eso, ni de su dolor. 

¿Y que hay de todas las que deseamos ser madres? No tengo respuestas solo reflexiones, leer el post de Promediando el círculo me ha conecta con otras lecturas que estuve haciendo…

Me invitan al lanzamiento de un libro promocionado por un Hospital de Niños de una madre que se le murió la hija, esa madre, que como Promediando también es madre, plasmó en un libro la dolorosa pérdida de su hija y la incondicionalidad de su amor más allá de que Milena muera.

Encuentro una y otra vez en internet y en diarios y revistas la historia de “El cuaderno de Nippur” una madre que al ser diagnosticada con cáncer terminal calma su desesperación de perderse la vida y el crecimiento de su hijito en escribirle ideas y dibujos contándole todo lo que pueda para que al morir el pueda tener un pedacito de ella. Ella murió este año, Nippur tiene 3 años.

La vida, la muerte, ser madre. Salvando la enorme terrible dolorosa diferencia de la muerte de un hijo, de la muerte de una madre. La muerte es algo que rodea, siempre le hice frente, tuve necesidad de acompañar de cerca, de verle la cara, y hace tiempo la idea y el camino de la (in)fertilidad me traen la sensación de muerte en mi interior. Esto en cada uno tiene un impacto distinto. En mi pequeño mundo la muerte es no ser madre, jamás imagine o quise la vida, mi vida sin ser madre. Puede sonar terminal, radical, puede sonar extremista ¿Quién puede juzgarlo? ¿Quién puede decirme como tengo que sentir o dejar de sentir? ¿Quién puede decirme que sentir cuando una parte de tu cuerpo no funciona o esta muerta?

La muerte es fin, es erradicar, es eliminar, es destrucción. Y todo esto yace en la vida con infertilidad. Su opuesto es la vida y el nacimiento.

sábado, 5 de diciembre de 2015

¿Y ahora qué?


Pase el cumpleaños. Sobreviví la tristeza. Sobreviví el silencio de bajar la cabeza frente a todo lo que me presiona y me jode. Sobreviví ver gente, sobreviví reuniones sociales, sobreviví unos 100km en la ruta (hace un tiempo me dio por tener pánico en los viajes en ruta). Sobreviví a festejos de actos escolares, de muestras universitarias, sobreviví a las horas extras y al trabajo extra en todos mis trabajos. Y sobrevivo cada día que la tristeza asoma, me corro de ella como puedo. Entre tanta supervivencia persiste el zigzag vertiginoso de la vida con Sattva, con su puñado de hermosura y su campo de disgustos. A veces quiero mandar todo a la puta que lo parió y sacarme un pasajes lejos. Y en esa decisión liberar este dolor de la maternidad. Pero me escaparía.
En lugar de escapar llame a mi prepaga y me confirman que desde diciembre estoy autorizada a un nuevo tratamiento. Digerí la noticia, sin alegría, sin expectativa, solo con prudencia y con deseo de convicción y tener ganas de hacerlo otra vez, pero aún el dolor es más fuerte que la esperanza. A los dos días llame también a la clínica de fertilidad de mi prepaga para pedir turno y volver a empezar. El Dr. Moño dejó de trabajar allí. ¿Y ahora qué?

Pase el cumpleaños


Sattva tiene una inestabilidad laboral que ya me es incomprensible e insoportable, carga sobre mis espaldas la economía y el seguir laburando más y más. Y también carga sobre mi su malhumor al respecto. Sattva tiene un carácter difícil y yo otro tanto. Él es parco, y no te larga una palabra de amor ni que le ruegues. Yo soy tipo Heidi de abrazar, mimar y decirlo todo repetidas veces y preguntarlo todo y le doy a la palabra una entidad absoluta.
Entre sus días de cascarrabias y frialdad me brindo la mayor cantidad de sorpresas, cariños y mimos que pudo en mi cumpleaños. Me costo aflojar pero disfrute algo. El disfrutar tan poco me hizo notar la incapacidad de disfrutar que estoy teniendo, y de reír ni hablar. Me apunto tarea para el verano.

Me llevo al mar de sorpresa en la noche estrellada, tenía escondido todo en el baúl del coche. Me dio un regalo, un pastel de frutos secos con una velita, un vino y hasta llevo copas. Aunque casi no tolero tomar alcohol, ese regalo fue porque un médico me prescribió de cuando en cuando tomar un malbec frente al mar para disfrutar la vida. Y Sattva se lo apunto.

viernes, 27 de noviembre de 2015

En los cumpleaños no queda nada que festejar


Hace tres cumpleaños imagino mi cumpleaños embarazada. El cumpleaños y el nuevo año pasa por encima, arrasá, me aplastá y sigue pasando el tiempo sin embarazo. Imagino todas las cosas que pueden decirme distintas personas al respecto y quizás que hasta yo misma le diría a alguien al respecto de celebrar la vida y todo eso que, la verdad, no me importa ni un poco. Cumplir años me cae mal. Y con ello se va una cosa más que la infertilidad me roba.
Mis cumpleaños se caracterizan por ser en la tardía primavera, días calurosos, soleados, repletos de flores.  Y es algo que es tan característico que plantaba un ánimo, un brillo, en mis cumpleaños yo solía ver los colores más fuertes y brillantes, sonreía, cocinaba, celebraba, recibía gente y llamados con alegría. Este año llueve a cántaros y es todo un alivio saber que la naturaleza y yo estamos en sintonía.
Seguramente irme de la ciudad hace un año y medio a vivir en el aislamiento del bosque y el mar tenga que ver con algo de esto, no querer rendir cuentas, no querer explicar. Me cuesta horrores hacer lo que se me canta sin justificarme frente a lo que esperan de mi, estando lejos de las personas, que aunque quieran me aturden, es más sencilla la tarea de resguardarme de festejos que no deseo. De resguardarme de ocultar la tristeza, acá no hay nadie, y el día me lo puedo pasar como me sienta, o es que acaso tiene sentido preguntarle y cuestionarle  al día por qué llueve?
Es cierto, la tristeza se pasa mejor con cariño, con afecto, con abrazos, con amor. Pero si eso trae exigencias, impuesta o propias no sirve, hoy no me sirve, no me suma, no respondo de mi. No lo quiero.
Recuerdo mis cumpleaños antes de la tristeza, cuánta energía en preparar y preparar cosas, abrir las puertas de la casa, hacer compras, producirme. Pasó mucho tiempo. Es que antes de la tristeza del calendario brutal de un año más sin embarazo, estuvieron otras tristezas, despedidas, duelos. Creo que en realidad no recuerdo mucho de aquellos cumpleaños con ganas de festejo, de celebración, de fiesta y de cumplir años. Estoy desconectada con todo eso. Pero a pesar de la tristeza, se que perezosa, lenta y confundida me acerco mucho más a mi misma, y a escuchar de a poco lo que quiero y necesito, a conectar con cosas más esenciales, quizás.
Si la tristeza se va mejor. Si dejo de estar cansada mejor. Si hago lo que me hace feliz mejor. Si aprendo a saber que es lo que me hace feliz mejor. Si puedo valorar lo que tengo y sonreír mejor.
Si el embarazo viene mejor. 

jueves, 11 de junio de 2015

Daydreaming con Fiebre

Sueño que me patino. Me despierto pero quedo entredormida, bajo efecto de fiebre alta, somnolienta y me sigue la sensación de patinarme, como con una cascara de banana en el piso. Ya despierta pero con la sensación física de caer en el aire y de patinar en el aire. Me voy imaginando escenas. 

Reboto por el aire en espiral en caída libre. Aparecen a mi alrededor imágenes de personas reales como si fuesen pantallas de distintas películas que se van abriendo de a una para que las mire, se acercan y agrandan frente a mis ojos y luego se alejan para que llegue la siguiente, una y otra, sin cesar. Y las voy viendo mientras sigo cayendo, y descubro que todas están encendidas y hablando a la vez. Las escucho tienen voces muy fuertes y hablan todas juntas, pero como pompas que flotan organizadas hacia mi, se acercan mucho mucho de a una por vez. Brillan me aturden la vista. Gritan me enceguecen los oídos. Parece que me regañan. Pero en realidad solo hablan.
De a poco lentamente reconozco en la velocidad abrumadora de la caída y de lo que veo. Son mujeres.
Son situaciones reales que viví y que vuelven a repetirse. 
Son todos los embarazos de los últimos tiempos, todos. La imagen, el sonido, la escena en que me lo contaron, el momento de la noticia. "estoy embarazada" "estoy de cuatro meses" "estoy embarazada" "estas dos están embarazadas" "Hay cinco embarazadas" "estoy embarazada". Una y otra imagen se repiten velozmente, una mujer, la otra, la otra, la otra y su noticia feliz frente mis ojos y corazón. Y yo las miro metida en esa realidad imperceptible, real, reciente, de fantasía. Y mientras caigo como en un precipicio pero es un tubo, y a medida que caigo se abren más pantallas con más mujeres, con más escenas de "estoy embarazada". Mi amiga en el coche, mi compañera de trabajo en la puerta del colegio, mi coordinadora en su despacho, mi otra compañera con señas en el patio, mi grupo vía skype, mi otra amiga por mail, la conocida por fotos, la médica en la consulta, la madre del alumno en la reunión, la otra madre del otro alumnito por mail, la  otra maestra en el aula, la otra madre de otro alumnito por cuaderno de comunicados. Y cuando llego al fondo siguen apareciendo brotan desde la tierra los anuncios de embarazadas. 
Me termino de acomodar para tomar un té en la cama con esta sensación del precipicio tratando de perder el mareo. Abro la compu y entro a facebook y hay 4 fotos seguidas de embarazadas, más embarazadas. Al rato llega la hora de ir a la médica (justo la que esta embarazada) para que chequee mi gripe, me confirma que haga placa y que tengo infección en vías respiratorias. Más reposo. Más remedios. Apenas salgo me topo con una farmacia y entro a comprar los antibióticos. Espero mientras atienden a "una embarazada" que acaba de estrenar el plan materno y puede retirar todos los medicamentos y cremas gratis. Los medicamentos que yo tomo y compro hace casi dos años, y que como no quedo no tengo plan maternal. En la caja espero para abonar, no tiene fondos la tarjeta de "otra embarazada", que mientras tanto le cuenta a la cajera que quería nena pero que es un varón. Termino de pagar y en la puerta me encuentro con otra coordinara de la escuela donde trabajo (una que no estaba embarazada), me saluda y me da la noticia de que esta embarazada. La saludo y felicito a la distancia porque mi cuadro gripal es contagioso. Y me voy.
Llego a casa y me meto en la cama nuevamente. Tengo que mirar "Mujeres al borde de un ataque de nervios", aunque la solía saber de memoria, hace años no la miraba y la di a mis alumnos de la universidad para una investigación de Cine de autor, quería refrescarla. No recordaba que Carmen Maura estaba embarazada.

Por favor, por favor, por favor. Que todo esto sea premonición. 

miércoles, 10 de junio de 2015

La Prepaga

Ring ring ring 
Yo: Hola (con vos moribunda de 39º de fiebre)
Mujer de la Prepaga: Hola Boddhi? 
Yo: si?
MdlP: Vos vivís acá en la ciudad arbolada del mar?
Yo: Si?
MdlP: Yo soy Liliana de tu Prepaga Médica de la sucursal de esta ciudad. Y te llamo porque me avisan que estas por iniciar un tratamiento de fertlidad. 
Yo: .....
MdlP: Esto es así?
Yo:...
MdlP: hola? Hola!
Yo: Es que mira, yo estaba en capital al mudarme acá me pase a tu sucursal pero luego (no le dije que es porque cada vez que iba a consultar algo una empleada de ahí me preguntaba cosas desubicadas de mi vida personal) decidí manejarme con la sede central de la capital y me volví a pasar allá, aunque me genere inconvenientes de papeles. Y es todo por una cuestión de privacidad y justamente por eso es que tu llamada me sorprende. Porque insisto me pase especialmente allá y quiero manejarme con la sedes de capital, sí aún viviendo acá.
MdlP: ... eh bueno si, no sé, entonces. ehh.. Pero vas a hacer un tratamiento de fertilidad?
Yo: Mira, Ustedes el año pasado me negaron un tratamiento en una ciudad más cercana. 
MdlP: Pero yo maneje muchos tratamientos, y hay médicos buenos también allí, y todos los tratamientos salieron bien con chicas de acá.
Yo: Si, pero yo decidí manejarme con Capital, y arranque de cero desde allá, porque el médico es de allá, el tratamiento lo voy a hacer allá, y ya estoy en camino en uno de sus centros autorizados. Y sabes que más? Porque en este lugar todos se conocen y quiero manejar el tema con PRIVACIDAD. Digo, aún no presente nada. Como es posible tu llamado?
MdlP: Si, no sé. Tengo que ver a mi me avisaron de tu tratamiento y te llame.
Yo: Hay alguna novedad? Insisto. El año pasado me negaron el tratamiento y yo fui a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) quizás me llames porque les llego una carta de ellos. 
MdlP: No. Si. Puede ser. No sé porque me dijeron que ya estabas en tratamiento. Por que te negamos el año pasado?
Yo: Por que mi pareja no esta afiliado con ustedes.
MdlP: Ahhh si, eso era así, hace mucho tiempo, ahora no es más así. Eso cambio. Muchas cosas cambiaron. 
Yo: Bueno, mira, que bueno. La realidad es que yo no presente nada. El médico que me atiende, en un centro de ustedes me pidió un estudio que aún me falta para completar el legajo a presentar. Es un centro autorizado por ustedes, cuando este todo voy a presentarlo así me autorizan, pero deseo manejarlo en Capital.
MdlP: Pero aunque quieras hacerlo en Capital, yo puedo ayudarte. Nosotros trabajamos a nivel nacional, federal, en todo el país. 
Yo: Pero en Capital me dijeron que ustedes dependen de otra región y de otra auditoría médica.
MdlP: .... 
Yo: Hola?
MdlP: eh, voy a averiguar bien esto que me avisaron de tu tratamiento y cualquier cosa te vuelvo a llamar. Te parece?
Yo: Si, sobretodo que vivo acá, trabajo acá, pero si te fijas estoy afiliada en Capital no acá, y por tantísimas razones.
Fin

Me indigno el llamado, lo sentí invasivo, era parte de un servicio? Lo siento. Quizás tuvo la intención de ser amable, pero vivo en un lugar que se caracteriza por el "pueblo chico infierno grande". No quiero que en mis trabajos sepan del tratamiento ni de mi infertilidad. Y la empleada de la sucursal de acá (que conoce gente de mi trabajo) ya reiteradas veces se desubico con preguntas de trabajos, médicos, al punto que decidí cambiarme. Quizás soy extremista, la realidad es que no me han podido solucionar nada hasta ahora, me daban información relativa, imprecisa y no tengo confianza. Tampoco la tengo en mi Prepaga en general desde que me negaron cosas básicas u obligatorias tras décadas de pagarles mensualmente. 
Lo cierto es la premisa: Ahora autorizan 100% el medicamento y 100% aunque Sattva no este afiliado.

A FESTEJAR!!!

martes, 9 de junio de 2015

Llantén, Bryonia, Ibuprofeno y Oleo 31

No eran mis ánimos era fiebre y una gripe fuertísima esta vez. Y cuando tengo fiebre siempre mis  ánimos bajan. O será que cuando mis ánimos bajan me enfermo? 

Estoy en mi cama otra vez, como hace semanas atrás. Parece que mis defensas andan bajas que me pesco gripes, que los pap dan mal. Tapada de frazadas. Y tapada de trabajo como estoy no ir un día a dar clases o no hacer un día lo que debo es una gran deuda para mañana. Pero el cuerpo es sabio y te para. Te frena y se cobra con intereses las horas de sueño que le quite, las comidas que no le brinde, el yoga que no practique, la angustia, la tristeza y la mala sangre generada. Lo sé e irremediablemente lo medito entre termómetros, remedios naturales, remedios alopáticos y técitos.
Esta anocheciendo, y desde mi cama veo un cacho del cielo azulado con nubes entre los árboles que rodean mi bosque. Es raro y lánguido ver pasar el día desde la cama, trate de trabajar con la compu y agota mi cerebo. Temo enfermar más. Desde que el pap dio mal tengo este temor. Desde que la fertilidad esta tan de antemano estudiada en hormonas que dan mal temo enfermar más.

Me sono el telefono tantas veces, y aún estando tan afiebrada atendí igual todas creyendo que era de mis trabajos, en cambio, dos veces fue mi mamá, preocupada, con ideas geniales y soluciones grandilocuentes a su estilo. Otra vez fue una colega para una consulta que no pude solucionarle. Otro llamado fue de mi ex compañía de celular. Pero el más inédito e inesperado fue el de mi prepaga médica, que merece un post aparte. 

Como para cerrar el menú: Sattva esta de mala racha, hace unos días que su mal humor es tóxico y no se hace cargo. Él tiene épocas, o más bien días, de ser hermosamente amoroso y otros de ser un monstruo maldito. Tiene sus motivos? Quizás, seguramente. Más bien tiene problemas para hablar y comunicarse, y eso lo lleva a estas rachas detestables. Como sea no hay motivos suficientes para ser injusto y horrible conmigo. Quizás eso ayudo a mi gripe también. Lo arruina todo, la cena, la mañana, la charla, la noche. La ilusión. 

Me pregunto en mi ingenuidad si a todas las mujeres con temas de fertilidad les da la sensación que un conflicto de pareja es la chance de que no se llegue jamás al tratamiento.

domingo, 7 de junio de 2015

Sube y Baja

Y no estoy hablando de mi FSH sino de mi ánimo (aunque mi FSH se las trae dominada por el Estradiol).
Hay razones para sentirme feliz con los pequeños milagros, y existen razones para sentirme horrible con la infertilidad, las presiones laborales y de pareja. Pero lo cierto es que sigo en el sube y baja. Tanto que aún no tuve ni tiempo ni ánimos de escribir acerca de mi visita a 5, sí CINCO, médicos a la gran ciudad (400km de casa) la semana pasada.

Regrese agotada, angustiada, triste y presionada del pap que da mal y de no dormir las noches de viaje nocturno. Agotada sobretodo de incertidumbres. Fueron 3 días de furia y 5 noches de poco dormir. Donde hubo condensandamente de todo. Momentos con amigos entrañables, encuentros familiares, discusión con hermanos, llantos, visitas inesperadas,  horas de arropar al bebé de una amiga, 24hs de sobrinas, mamografía, otro pap, y muchos médicos. Maratón de médicos en un día de una punta a la otra de la ciudad, combinando auto, subte y caminatas. 

Llegue a casa el martes de madrugada aún más cansada de como fui y abatida de la frustración.
Recaí al llegar a casa en esta especie de gripe y fiebre que em acompaña hace casi tres semanas que parece ser de mal dormir y comer, pero igual estuve de buen ánimo en la semana y fui a todas mis horas de interminable trabajo, los disfrute aún cansada y eso que hubo unas cuantas presiones extra.
Pero sigue mi sube y baja. Y el fin de semana me abofeto. 

Objetivo del viaje: presentar papeles para que mi Prepaga autoricé FIV/ICSI.
Resultado: Mi Pap da mal, me biopsaron, y mientras no este el resultado nada puedo hacer.

martes, 26 de mayo de 2015

Pequeños Milagros

Si me quedo parada en detenerme a ver lo positivo realmente veo la cantidad de pequeños milagros que suceden. Por pequeños que sean siguen siendo mágicos y grandiosos. Pensar en algo simple, desearlo y que de repente suceda que pasa, se resuelve, se acomoda. Se va eso que molesta, se resuelve eso que inquietaba. Le sonrió a cada milagro.
Le sonrió a la amiga que me cubre en donde no puedo estar.
Le sonrió a la secretaria del centro de fertilidad que me da buenas noticias.
Le sonrió al perro que elige la casa.
Le sonrió con emoción a cada milagro.

Se que necesito varios milagros y sobretodo un milagro un poco más grande para lograr mi embarazo, pero lo voy a pensar y desear tanto que de repente...


Las vueltas de la ley de fertilidad

No soy experta en el tema de Ley de Fertilidad (en Argentina) pero el año pasado invertí horas, días, semanas y hasta meses leyendo acerca de la ley de fertilidad. Me metí en foros, llame a abogados, escribí a lugares. Y hable con personas en mi misma situación. Leí debates que me aturdieron y confundieron y conseguí otros que me aclararon. La web de centro de defensa al consumidor fue el clasificador, tenía un post con todo super claro, les escribí y me asesoraron muy bien. También hay una abogada muy piola que te responde todas las consultas y ella misma esta gestionando su cobetura y muchas veces me dio información valiosa. Así me empecé a dar cuenta que hay tanta gente en este camino, te alivia, porque a veces te sentís muy solo.
El año pasado cuando supe de mi falla ovárica y comprendí mi historia clínica (más de 35 años, endometriosis, primeriza, quistes, operaciones, hormonas horribles) igual no podía aceptar del todo necesitar tratamientos y justo mudada a un lugar alejado de los lugares posibles de atenderme estuve estancada. Fue un largo camino bastante torturante y sobretodo triste. Me deprimi un rato porque como si fuera poco no teníamos el dinero para costear los gastos de estos tratamientos. Ahí me puse a estudiar lo de la Ley. Las Obras Sociales y Prepagas de Salud están según la ley obligadas a cubrir el 100% de los costos del tratamiento, eso incluye la medicación y la práctica médica. Pero pareciera que es sumamente confuso y amplio y esto permite que cada uno haga lo que quiera. Mi Prepaga, que es una de las más caras, por ejemplo, hace lo que quiere. 
El año pasado les presente todo para comenzar el tratamiento en alta complejidad y ellos me proponían que afilie a mi pareja para así poder cubrirme el 100% del tratamiento en los centros de fertilidad que ellos trabajan (que son realmente muy pocos y muy poco recomendables según opiniones, yo no  los conocía). Mientras que de la medicación solo el 40%. Me informaron esto por teléfono. Ahí supe del ente nacional que los regula. Llevo 9 meses (vaya cifra NUEVE MESES) haciendo cartas y llamados el expediente del caso sigue abierto allí. La Superintendencia de Servicios de Salud dice que mi Prepaga tiene que cubrirme todo al 100% y que nada tiene que ver mi pareja en esto porque la Ley me ampara a mi. Pero son ellos los que tienen que intervenir, y mi expediente pasea de un lado al otro en sus miles de burocracias, y así pasan los meses, sin novedades. 

En paralelo sucedieron otras cosas, pase por consultas a diferentes profesionales, conseguí el dinero prestado, e hicimos una inseminación de manera privada con el Dr P. Él mismo luego de una única inseminación me derivo a uno de los centros en los cuales trabaja mi Prepaga. Para entonces yo conseguía prestado el dinero para pagarle de forma privada, pero resulta que el sistema de fertilidad esta tan como esta que ni él tiene acceso a alta complejidad sin derivarme a uno de estos centros. Ahora estoy casi en cero, haciendo todos los tramites nuevamente con el Dr. Moño en un centro de fertilidad con el cuál si trabaja y puede cubrirme mi prepaga y derivada por Dr. P. Pero aún no llega el momento de volver a presentar nada para que autoricen el tratamiento. Falta poco.