martes, 3 de junio de 2014

Boddhi y Sattva

Las cosas con Sattva estan re lindas. El dejo de fumar y le agarro entusiasmo por cocinar, no sé si porque quiere comer mas porque dejo el pucho o si es porque el tabaco free le dio mejor humor y energía. Ayer cocino todo el día, cuando llegue a la casa, me puse a cocinar a la par de él para stockearnos, siendo que a partir de hoy estamos los dos todo el día ocupados.

Esto es muy bueno, en este momento, nos da un alivio que no tuvimos hasta ahora, los dos tenemos trabajo y sueldo, al menos por este mes. Aunque él esta a prueba, y aunque los dos planeamos dedicarnos a otra cosa, se que si Sattva queda en este laburo me dará libertad a mi de acción en otros horizontes laborales.
Lo mejor, de este período de prueba, es que Sattva ingresa a las 8. Y yo a las 9. Lo dejo en ese pueblo vecino, que es realmente bello, desde que vinimos acá sabemos que vamos a vivir en ese lugar, en cuanto podamos.
Entonces nos levantamos muy temprano, nos ocupamos de todos los animales y de llevarnos el almuerzo. Aún de noche ya estabamos por la calle en el coche. Desayunamos con pan y torta que cocinó ayer. Y lo deje en su nuevo laburo a las 8. Tenía una hora para mi sola en ese precioso lugar.

Me fui andando hasta una zona donde hay terrenos que anhelamos tener uno, camine, mire pájaros y los oí también, sentí la frescura del frío en el bosque y vi el sol creciendo entré arboles. Y en un momento me perdí en las calles y me pareció escuchar algo intenso. El sol me dio en el rostro y corri para traspasar una lomada y me encontré con el Mar, eran sus olas, era la playa. La inmesidad del oceano es cautivante, aún más que el cielo, que el sol, que los árboles, el bosque y la infinita arena. Contemple la soledad y el silencio. Medite, me estire. Me regale unas flores de lavanda de una casa de esas tremendamente bellas que solo hospedan gente en el verano, y construí un ramo.

Sentí mis ganas de libertad, de pintar, de escribir, de hacer ramos de flores, de caminar por la playa, de cocinar y dedicarme a mi cuidado, desee profundamente regalarme todo eso que sentí ganas. Les pedi, con el mar testigo, por favor a mis ovarios que al fin empiecen a trabajar.
Me crucé con casa de todo tipo, y una me genero mucho deseo de construir nuestra casa, tenía cosas exacatamente como pienso que haré nuestra casa, nuestro hogar.

Subí al auto con otra energía y con ramo de lavandas. Y volví andando para llegar a tiempo a mi trabajo, solo a 5 minutos de donde estaba. Ahora lo escribo y siento la emoción y la gratitud de estar viviendo acá y de conectar con lo que si vine hacer. Me acompañan ahora la inmensidad y la abundancia de la naturaleza. Ahí esta el mar siempre sin bordes, ilimitado, ahí estan las flores de lavanda rebosantes, ofreciendo millones de petalos. Se lo muestro a mis ovarios adormecidos, para que se contagien. para que aprendan ellos también a dar abundancia. ¿Acaso hay mares secos? ¿Acaso hay flores de lavanda sin perfume?

Estoy leyendo los apuntes y me enfrento a que nada de sentido tiene hacer cosas que nos alejan o que resulten opuestos a nuestra esencia y anhelos más profundos. Estoy practicando la serie fertilidad todos los días. Y creo que va siendo hora de animarme a comenzar con las clases a otras personas.
Boddhi

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